martes, 1 de junio de 2010

¿EN QUÉ MANOS ESTAMOS DEPOSITANDO EL FUTURO DE NUESTRO PAÍS?

El triunfo de Juan Manuel Santos en la primera vuelta de las elecciones, evidencia la ignorancia e indiferencia de los colombianos ante los problemas que afectan al país causados en el gobierno del señor Álvaro Uribe.
Santos es el “heredero” de las políticas de Uribe, porque su programa de gobierno es continuar con la labor ejercida por este personaje. “Para seguir avanzando” es uno de sus lemas de campaña. ¿Para seguir avanzando? ¿En qué? ¿En la guerra? ¿En el desempleo? ¿En la pobreza, corrupción, analfabetismo, engaño, mentira, chuzadas, Yidispolítica, parapolítica, robos, falsos positivos, secuestros…? Esa es la idea de gobernabilidad que quieren los colombianos, seguir avanzando en lo mismo. Mientras yo o ningun miembro de mi familia sea víctima de estas barbaries lo apoyo, siempre y cuando ataque a la guerrila y se recupere la seguridad nacional y poder circular libremente por nuestro país.
Para este candidato lo primordial es la seguridad porque es la base para el cambio y el bienestar social. ¿Dónde queda la educación y demás derechos que nos otorga la Constitución Política de Colombia? ¿No debería ir todo de la mano, en igualdad de condiciones y de recursos? Se debe tener en cuenta que el 85% de la población en Colombia no es secuestrable, porque solo unos pocos son acaudalados y adinerados. El gasto militar es mayor, se invierte más en armamento mientras que los niños se mueren de hambre, los hospitales se caen a pedazos; desplazados sin hogar ni alimentación… ¿eso es seguridad social?
Los seguidores de Álvaro Uribe manifiestan con mucho orgullo que éste ha sido el mejor presidente que ha tenido Colombia, ¡que tergiversación tan prufunda! ¿Mejor, en qué? ¿En planear el mejor ataque a las FARC donde murió Raúl Reyes? o ¿Ser tan diplomático en la relación con Hugo Chávez? ¿Si esto es ser buen presidente, cómo será de malo?

Es triste ver como las personas que viven en esta frontera, “la más activa de suramérica” hasta hace poco gracias a las acciones de nuestro presidente, apoyó al candidato Santos. No pensaron en los problemas que se estan viviendo aquí, la crisis fronteriza que afecta a todos los comerciantes de ambos lados; en que el señor Hugo Chávez no simpatiza con la línea Uribista y en caso de que resulte ganador Santos, se desataria una guerra entre las dos naciones resultando afectados principalmente los habitantes de esta frontera. El argumento de los votantes es que “no tenemos porqué depender de Venezuela para estar bien”, “la idea es hacer lo contrario a lo que Chávez quiere para demostrarle que somos independientes y que no nos asusta sus amenazas”.
Claro que sí es importante pensar en la frontera. ¿Cómo vamos a votar por Santos, viendo la crisis en la que vivimos? La mejor opción que nos va a sacar de estos aprietos sin duda es Antanas Mockus, quien con su liderazgo y experiencia en la política ha demostrado su capacidad para dialogar y resolver los conflictos por medio de la paz y el acuerdo. Caso contrario sucede con Santos que por sus acciones, evidencia que no le interesan estos temas de frontera sino “darle plomo” a la guerrilla y satisfacer sus necesidades de poder.
Aunque la "seguridad democrática" es básicamente un proyecto contrainsurgente, al finalizar los 8 años del gobierno de Uribe los distintos factores de violencia como las FARC, los paramilitares, el narcotráfico, persisten, según el gobierno, debilitados, pero lejos de ser exterminados. A estos factores se han agregado otros como las llamadas bandas emergentes, “águilas negras”, las bandas criminales o Bacrin; y nuevos factores de inestabilidad y conflicto, como las agresiones militares e inteligencia en los países limítrofes.
De conformidad con lo anterior, podemos decir que la "seguridad democrática", la que muchos aplauden, no es mas que otro falso positivo, que va a ser reelegida en JUAN MANUEL SANTOS, uno de sus principales gestores, poniendo en peligro no solo la vida de los colombianos, sino su seguridad institucional y su débil democracia.